miércoles, 24 de marzo de 2010

LOS JUEGOS OLIMPICOS DE LA VIDA


LOS JUEGOS OLIMPICOS DE LA VIDA

Medalla de oro, medalla de plata, medalla de bronce, wowwwwwwwww…………nos han criado de chiquititos a competir, en el colegio quién saca el primer lugar o las mejores notas, quien es el mejor deportista, después crecemos y queremos tener el mejor auto, la mejor casa, después competimos por los mejores puestos de trabajo, o quien gana más dinero, al final todo es una competencia. Una vez me hicieron un test sicológico para medir que tan competitiva era, había creído que no lo era, pero me lleve la sorpresa que soy extremadamente competitiva y eso hace que este constantemente viviendo el fracaso, está claro que uno no puede conseguir lo que quiere siempre, de ahí mi tolerancia al fracaso también, eso de levantase de las cenizas como el ave fénix ha sido una constante en mi vida, pero saben que, ya estoy cansada de eso, es más, hace rato que me canse de la competición, ya no quiero la mejor casa, sólo quiero tener agua caliente, ya no quiero el mejor auto, sólo quiero tener un auto que no me deje en pana y que no se caliente si lo manejo en verano, ya no quiero ir de viaje al Caribe, quiero ir al cerro un rato y soy feliz igual, me canse de competir, pero lo más complicado de todo esto, es que me canse de competir por el cariño, si , suena un poco raro, pero también competimos por eso, cuando era niña competía por el cariño de mis padres, gracias al nacimiento de una prima me sacaban hasta mis muñecas para dárselas a aquella niñita lida y simpática, es verdad, no me interesaba jugar con muñecas, pero eran mis muñecas pos, tenían que estar ahí si algún día me daban ganas de jugar con ellas, la competencia no sólo se ve en las cosas materiales, si no en el cariño de las personas también, competimos por quien nos pone más atención, quien no se acuerda cuando era chico y tenia hermanos menores y veía a la mama haciéndole cariño??......era fea esa sensación, por lo que me acuerdo, claro que ahí estaba mi abuelo y me hacia cariño para que viera que en realidad me querían igual, señores, me canse de competir por el cariño, deje de competir en muchas cosas, y pensaba que por el cariño y el amor no lo estaba haciendo, pero me equivoque, no me gusta esa sensación y no competiré más por nada, así como me da lo mismo no tener la mejor casa ,pero si me interesa tener la que me da más tranquilidad, así es como quiero el cariño de las personas, un cariño que no me haga sentir que estoy compitiendo por el primer lugar en un ranking, ni tener la medalla de oro, ni de plata ni de bronce.

Polet sin medallas