viernes, 7 de mayo de 2010

EL PODER DE LA SONRISA


EL PODER DE LA SONRISA

Es increíble lo que una sonrisa puede hacer en cualquier lado, llevo poco tiempo en un trabajo donde llegabas y estaban todos con una cara de amurrados, ceños fruncidos y cara de enojados, no había música, no habían risas. Está bien trabajar y estar concentrados, pero una sonrisa de vez en cuando no le hace mal a nadie, junto conmigo llego Isabel, una mujer muy especial, alegre y risueña y con un gran sentido del humor, que la verdad me hiso la vida mucho más fácil en este templo laboral, recuerdo que cuando llegamos los primero días me decía, “acá no hay pan que rebanar” y la verdad que a parte de un par de especímenes masculinos guapos no hay nada más, y estamos hablando de más de 400 personas que trabajan ahí, uffff y no es que ande buscando tampoco especímenes en el trabajo, es solo que es bastante más agradable ver gente linda, simpática y risueña , que personajes a mal traer, enojados y sin gracia, bueno el tema es que ahí estoy trabajando, la única que salvaba era la Isabel que nos reíamos y nos miraban con caras extrañas de lo que hacíamos. Pasaron los días y empezaron a contagiarse con nuestras ganas de reír, ella por su lado y yo por el mío, ya que nos sentaron separadas, menos mal si no sería una chacra eso, igual que en el colegio que sentaban a los más desordenado lejos para que no revolvieran el gallinero. Ahora está todo distinto, todos hacen chistes, nos reímos todos los días y se sienten las carcajadas por el pasillo, ahora todo el grupo desentona con la empresa, ya que los de las otras áreas siguen con cara de amurrados y cara de que se les murió alguien, ahora hay complicidad, imaginación nadie esta exento de problemas, las cosas están igual que cuando llegue, sólo que ahora están riendo, en un mes se contagiaron y lo único que cambio fue que llegamos nosotras, las cosas son distintas y no es porque lo diga yo, el otro día se me acerco una Sra. que trabaja ahí hace como mil años y me dijo, Polet……que bueno que llegaron ustedes, le dieron una energía distinta a esta oficina, creo que es fácil sonreír, no cuesta dinero, se contagia, es saludable, te ves más linda o lindo y haces feliz a los demás, y es así de fácil, así que ahora, cada vez que llegues a tu oficina o hables con alguien preocúpate de que te salga una sonrisa, de verdad es poderosa, yo lo he comprobado en muchos lugares, desde ahora, sale a la calle, mira a los ojos de las personas y sonríe y ve que sucede.

Polet sonriente