CUATRO PUNTOS BUENOS
Fin de semana de Bicentenario, Chile cumplió 200 años, casi nada para lo que es la edad de la tierra, igual no me voy a poner tan profunda, pero bueno, igual estuvieron formidables estos cuatro días de fiesta para algunos, descanso para otros, en mi caso decidí el descanso y acepte una invitación de un amigo, que de verdad es amigo, hago la aclaración, por que por lo general las personas se confunden, sobre todo aquellas que jamás invitarían a una amiga sin algún motivo oculto, aproveche de ir con mi hija menor y una amiga, los demás hijos missing. Dentro de todas las actividades deportivas y recreativas decidimos ir a impregnarnos del espíritu decieochero y partimos al Rodeo, pero no el rodeo del Gil Letelier, no pué, el the real Rodeo, el del campo mismo, ahí conocí a Hector, un huaso que me dejo de lo más informada de las reglas del Rodeo, entretenida la cosa, pero lo que más me llamó la atención es la cosa de “guacho”, oye que similitud hay con el género masculino de estos tiempos, “el guacho”, es el animal que persiguen los huasos , existen los guachos golpeados y los fresquitos, cada vez que salía un guacho golpeado a la media luna, no servía de mucho, al primer rodeo el pobre animal quedaba tirado sin poder hacer nada, y salían unos huasos que le aplicaban electricidad para que siguiera funcionando, pobre animal, la verdad daba pena la situación, a los huasos no les servía mucho, porque no había caso que corriera y el guacho lo pasaba pésimo también, porque le aplicaban descargas eléctricas eternamente, no creo que haya sido un buen lomo para la parrilla, pero cuando salía un guacho fresquito…wowww….ahí cambiaba toda la situación, los huasos estaban contentos, uno veía un buen espectáculo, todo fluía de maravillas, todos contentos con el guacho fresco, en fin, no sé por qué hice una comparación con algunos personajes que he conocido en los últimos años, con los guachos golpeados es imposible llegar a los cuatro puntos buenos, así que chiquillas a buscar guachos frescos, sin tantos golpes y si ya los tienen, que hayan descansado un poco de ellos, sin un guacho fresco, no hay un buen espectáculo, eso me dijo el huaso Héctor.
Polet en le Rodeo
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