martes, 12 de octubre de 2010
DIGA TREINTA Y TRES
DIGA TREINTA Y TRES
Cuando comenzó toda esta tragedia de los mineros atrapados, yo realmente pensé que estaban todos muertos, pasaban los días y me decía a mi yo interno, no sé para que siguen buscando, si en realidad deben estar todos muertos, por eso días tuve un almuerzo con un amigo, ex, o como se quiera llamarlo, y está muy relacionado con la minería, como siempre no daré nombres, quizás cuando ya no exista, todos sabrán quien fue el personaje, como estaba tan enterado de la situación, me decía que era muy posible que si era muy probable que estuvieran vivos, yo lo encontraba bien difícil, pasaron los días y sucedió lo que muchos no esperaban, estaban vivos, wow…… dije yo, de verdad por eso días pensé mucho en eso, lógicamente la emoción era poderosa, pero más que eso me sentí un poco mal, si, me sentí mal, porque pensé cuantas veces en mi vida deje de tener fe, y no hablo de la fe religiosa, si no, de la fe en las personas, en las pegas, en las situaciones, en los amigos, en las relaciones, en fin, pensé que si quizás hubiese sido más tenaz, mas demente en conseguir algo, mi destino habría sido distinto, no me quejo de mi vida, la verdad siempre ha sido muy buena, y no es precisamente porque tenga un Mercedes a la puerta, ha sido buena por un millón de buenos momentos que me ha tocado vivir, creo que perder la fe es complicado, cuando uno se ve enfrentado a situaciones difíciles, en todo ámbito de cosas, y se siente perdido y sin salida, pierde la fe y se entrega a lo que venga, es una situación bien cómoda y cobarde, es verdad ,también uno tiene que saber cuándo retirarse cuando la las cosas no da para más, pero debo ser honesta y tengo que hacer un mea culpa, que muchas veces he dejado de hacer cosas por perder la fe: hoy estoy viendo el rescate de los mineros, los famosos 33, es la prueba viva de los resultados cuando uno no pierde la fe, me pregunto, si por 33 personas se movilizaron tantos recursos para salvarlos, porque no se hace lo mismo por salvar a la persona que tienes a tu lado?, porque si en las guerras, donde mueren bastante más personas, la fe no hace lo suyo?, o si vemos a un amigo pasando un mal momento y le perdemos la fe?, o a nuestros hijos cuando no actúan como nosotros queremos?, o cuando tu pareja no le resultan sus proyectos?, en fin puedo enumerar mucha situaciones, lo claro es que todo esto me ha enseñado harto, lo más probable es que en unos meses mas, ya nadie se acuerde de estos días, y que quizás hasta vuelva a perder la fe en algunas situaciones, pero si mañana me levanto y no vuelvo más, recordare este tiempo en que aprendí que la fe mueve montañas o más bien las perfora.
Polet aprendiz
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