martes, 7 de junio de 2011

IORANA


IORANA

Hay cosas que jamás debieran perderse, como la fuerza de sentir lo vivido, generalmente con el tiempo son tantas las cosas que ves y experimentas, que pierdes el umbral de la sorpresa y de las sensaciones que te puede ofrecer la propia existencia. Hace algunos días una de mis hijas salió nuevamente a uno de sus viajes para conocer el mundo, me encanta que haga eso, a veces la veo tan sumida en su carrera de tener mucho dinero para tener cosas que según ella y muchas personas la podrán hacer feliz siempre, no esta tan lejos de eso, lamentablemente nos han lavado el cerebro para que eso suceda, es por eso también que nos encontramos con tantos seres insatisfechos y vacios en busca de sensaciones nuevas que jamás llegan. Mi hija salió en busca de aventuras y vaya que se encontró con ellas, la Isla fue el lugar que la estremeció y le abrió una puerta que ella no sabía que existía, tanto así que cambio profundamente su pensamiento de que hay diferentes formas de vivir la vida, varios llamados por teléfono me dieron la pauta del viaje que estaba experimentando, la cual yo seguía atentamente, un viaje que seguramente no olvidara jamás. El amor o la sensación de sentir amor por algo o alguien, es una de las fuerzas que mueven la mayoría de las personas, cuantas veces hemos visto como pierden la cabeza y se hacen cosas inexplicables, hay reyes que cedieron su trono, personas que cruzaron el mundo, y los más sufrido hasta perdieron la vida, sensaciones tan fuertes como para no poder manejarlo, pero francamente maravilloso, mi retoño experimento por primera vez no solo el amor por un salvaje, sino además el amor por un lugar, una forma de vida, donde las cosas materiales perdían el valor, donde la medida de las personas era distinta, donde uno se gana el sustento haciendo collares y bailando, donde cuando miras solo ves un gran espacio entre cielo y mar, donde pudo conectarse con sus sentimientos más escondidos. Llego con lagrimas en los ojos, cuestionándose mucha cosas, me decía como podré seguir ahora sabiendo que existe un lugar donde se vive distinto, como ir a la universidad y trabajar para tener un futuro y dinero si estuve en una isla donde no se necesita nada de eso, donde puedes sacar de los arboles fruta e ir al mar a pescar y además ser feliz, y yo la escuchaba con una sonrisa en los labios, no por el sentimiento de angustia que estaba experimentando, si no porque había tenido una experiencia maravillosa, tuve la sensación en algún minuto que siempre estaría sumida en el sistema de vida que la mayoría tiene, sin embargo ahora tiene una salida, no digo que deje de estudiar o que deje todo botado para irse a vivir a una isla, aunque la verdad si tuviera su edad ya lo habría hecho hace mucho tiempo, sólo que ella ya tiene el conocimiento que sí se puede vivir distinto y tendrá el libre albedrío de escoger su camino, y además lo fuerte que es conectarse con los sentimientos básicos del ser humano, el amor a un hombre , el amor a la tierra y el amor a vivir la vida intensamente, espero que no se le pase con el tiempo, es tan fácil perder el camino y dejarse llevar por cosas sin importancia, lucho cada día para no perder la sorpresa y la alegría de ver amanecer o ver las estrellas o la luna cuando está llena, el mar todo lo que nos han entregado y que nadie ve, mi hija abrió los ojos, espero que no los cierre jamás.

Polet sonriendo

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