domingo, 13 de diciembre de 2009

Como tener un clasico y no morir en el intento..

Como tener un clásico y no morir en el intento

Iba camino con mi hijo Diego y mi hija Javiera a tomar un helado después de una día de aquellos, generalmente me alimento de helado, sé que tengo que dejar esa adicción y no es precisamente porque este en uno de mis días. No. Es constante en el tiempo, algún día los dejare, lo prometo.
El caso es que caminábamos conversando de todo un poco y me preguntaron: Mama, ¿y de que escribirás ahora?
-Mmmmmm…no lo sé- Les conteste. -Hay tantas cosas entretenidas que decir- pero se me vino a la mente el clásico de siempre, claro como no lo iba a recordar si hace lo que quiere, funciona cuando quiere, me deja botada cuando quiere. ¡Creo que debe tener un alma masculina! , así como aquella película que veíamos cuando éramos chicos, ¿Cómo se llamaba? Ya ni me acuerdo.
Y no es solo eso, no se imaginan cuanto he invertido en él, bueno mecánicamente hablando, porque para ser sincera es un clásico ilegal. Sí. ilegal, y he arrastrado a mis hijos todas las mañanas camino al colegio en una aventura llena de adrenalina, nos hacemos invisibles, claro, el viejo cuento que la ley no nos veía…pero resulta a la perfección, suerte po nada mas, o apelamos a la ley de la atracción, muy útil en estos casos, también resulta…jajajajaja…!es increíble!. Pero hace más de 3 años que conduzco de esa forma, y no crean que fue así siempre. No, yo era de las que tenia un convertible nuevecito de paquete. Pero la vida da muchas vueltas, y ahora el clásico es el que me acompaña, bueno cuando quiere…la última vez que me salve de los amigos en el camino fue hace un par de semanas atrás, cuando venia un día domingo en pijama de la casa de un amigo a la mía, no era la mejor condición para que la ley te atrapara… siempre apelo a la sonrisa Pepsodent, pero más arreglada cambia la cosa, ¡pero con pijama!….uffff…créanme la vestimenta no me acompañaba, aun así termine tomando sol mientras me traían una grúa de la comisaria para dejar mi clásico en mi casa a dos cuadras de donde estábamos, no me sacaron ni parte, ni me llevaron el auto a los corrales ni nada…sólo tuve que pagar unas lukas a la grúa, que estoy segura que si hubiera estado vestida, ni eso habría pagado…
Conclusión: Creo que tendré que cambiar el clásico, aunque ya hemos pasado tanto juntos que ya hasta le tengo cariño, es fiel compañero, no me roban, no se acercan a pedirme plata, no me jotean, me cabe todo y además es invisible J
¿Será que uno se siente así después de varios años de matrimonio?


Polet J

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