lunes, 23 de mayo de 2011
BITACORA DE VUELO PARTE 2
BITACORA DE VUELO PARTE 2
Cuando se acelera el corazón
Después de algunos días intensos y plagados de cultura en Madrid y sus al rededores, me levanto y me dirijo al aeropuerto de Barajas solita como dios me mando al mundo, pero con ropa ……jajajajajjaja…….la sensación de irse sola a un lugar que jamás has visto y que no sabes ni como llegar es excitante, tal como me gusta la vida, tenía que tomar un avión a Berlín, de volar en LAN a volar en Iberia, créanme hay un mundo de diferencia, esos aviones inter viejo mundo son como micros Ovalle Negrete o quizás Bilbao lo Franco, poco les faltaba para llevar gallinas, bueno es una exageración pero así me lo imagine, los pilotos unos asesinos en potencia, ahí dije, solo dios sabe si vuelvo o mejor dicho solo Iberia sabe si vuelvo, me tome la Coca Cola más cara de la tierra, después de volar en LAN donde te dan comida rica, vinito, cerveza y todo lo que se te ocurra, se me ocurrió la brillante idea de no comer nada antes de subirme a Iberia, mal jugado, en ese avión con suerte de regalaban agua, así que decidí hacer dieta ese día pero la sed no me la aguantaba, así que desembolse algunos euros para beber aquella Coca Cola de oro, la hice durar harto si…….jajajajajajjaja….bueno la razón de mi viaje a Berlín era básicamente porque estaba cerca y tenía un asunto pendiente con un caballero, el cual fue la causante de que brotaran algunas lagrimas de mis ojos, si bien es cierto ya no se me apretaba el corazón, igual estaba un poco nerviosa con mi viaje, pero llegue y el corazón no se acelero, fue rico ver que me estaban esperando y con buena cara además, porque tenía algunas razones para que no fuese así, que no viene al caso explicar. Un aeropuerto chico para mi gusto y con cero rollos, no me revisaron nada, Salí como por un tubo, curioso me dije yo, ya que cuando Salí de Madrid tuve que sacarme hasta los zapatos, pero bueno me imagino que me vieron cara de Alcaeda, o de suicida en potencia…….jajajajaj…….del aeropuerto a dejar la maleta y me esperaba mi primera noche de parranda, lo primero que me llamo la atención fue el silencio de donde me estaba quedando, se sentían los pajaritos, nadie hacia ruido, no se parecía en nada a mi departamento donde la Kennedy y los reggeton de mis hijos son parte de la vida misma, wowwww dije yo tranquilidad y silencio, nunca pensé que finalmente tanta tranquilidad me pusiera intranquila, descubri que el ruido también es importante en la vida de uno y me acorde también de mi sueño de irme a vivir a una playa casi desierta y parece que después de estar con tanto silencio voy a cambiar ese sueño, le pondremos una ciudad cerca…….bueno el tema es que me llevaron a una discoteque, mi primera impresión, pensé que iba a un matrimonio, todos vestidos como si fueran a una gala, nadie con jeans, los brillos dañaban mis ojos, me tome una cerveza y lógico me dieron ganas de fumarme un cigarro, que parece que también fueran de oro, los más caros de la historia, y tuve que ir a fumarlo a un lugar espantoso, lleno de humo y cerrado, horrible, pero era bastante agradable poder bailar sin humo por todos lados o pensar que alguien te iba a quemar por estar bailando con el cigarro en la mano, eso me gusto, estaba observando a todo el mundo, parecía un niña (mas aun), doy vuelta la mirada y veo a mi lado una pareja de travestis, al principio dije…..woww……..que mujeres más raras, y observando los pies y las manos vi que eran hombres vestidos de mujer, pero casi no se notaba, increíble, y lo que no podía creer era como en un solo lugar podían haber hombres tan guapos, hermoso machos alfa dando vueltas por todos lados, chicas habían más hombres que mujeres, era el paraíso , todos vestidos elegantemente, lo único malo es que no se pescaban mucho, cada uno andaba por su lado y mirándose mas ellos mismos que a los demás, vi unos egos peores que el mío, pero mucho peores, fue entretenido, sin embargo quizás por el cansancio que tenia, el viaje y el síndrome de cambio de hora, me emoción me duro como un par de horas, después era como si fuese a la Eve, ves gente para todos los gustos pero es eso y nada más, ahí me di cuenta que la vida nocturna de ese lugar no me aceleraría el corazón, ya llevaba veinticuatro horas en Berlín y ni corazón estaba igual, pero ya verán que si hubieron cosas que hicieron que el corazón saltara de mi pecho.
Polet viajera
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